Publicado: Jue, 30/03/2017 - 16:33
Actualizado: Vie, 31/03/2017 - 08:12
Cuando te fumas un cigarrillo, prácticamente te llevas un “menú” completo a la boca: azúcar –un ingrediente que, aunque se desconozca, supone entre un 3 y un 5% de su composición–, cacao, chocolate, mentol, regaliz, frutas, canela, vainilla, valeriana, jengibre, hinojo, apio, citronella, extracto de manzana, extracto de café, vitaminas, antioxidantes… Cada una de estas sustancias comestibles o que tienen su origen en un alimento desempeña una función concreta que detallamos un poco más adelante.
Sin embargo, si dos meses atrás me hubiesen preguntado qué lleva un cigarrillo no lo hubiese tenido demasiado claro: sustancias nocivas, tóxicas y adictivas como la nicotina y… hasta allí habría llegado. Fue entonces cuando alguien nos mandó una duda tras haber leído que el 20% del contenido de un cigarrillo podía ser azúcar.
Jamás se me habría pasado por la cabeza que entre el tabaco hubiese azúcar, así que mi primera reacción ante esta idea fue pensar: “Ya estamos, otro mito”. Sin embargo, empecé a investigar y encontré varios artículos muy interesantes sobre el tema. A día de hoy, no doy crédito a cómo se las ingenia la industria tabacalera para hacer que el tabaco sea más adictivo.
En primer lugar, me gustaría recordar que fumar es la primera causa de muerte evitable: no tiene sentido que nos preocupemos por los pesticidas de los vegetales, de los aditivos alimentarios o la contaminación ambiental, cuando tenemos un hábito claramente relacionado con cardiopatías (principal enfermedad mortal en España), enfermedades respiratorias, cáncer y diabetes. Solo en España, mueren 56.000 personas al año a causa del tabaco.
Dicho esto, volvamos al tema del contenido del cigarrillo, ya que, además de contener las sustancias más conocidas (nicotina, alquitrán y monóxido de carbono) podemos encontrar hasta 289 aditivos que alcanzan el 10% de su peso (y no un 20% como nos habían hecho llegar).
No sabemos exactamente cuál es la composición de los cigarrillos, pero algunos aditivos sí se hicieron públicos y justificaron su presencia declarándolos como simples aromas y/o humectantes. Me parece una barbaridad que con la cantidad de población que es fumadora, el tabaco sea el único producto no obligado a declarar su composición.
Lo que más me ha sorprendido al ver este listado de aditivos publicado en el 2006 es que muchos de ellos son comestibles o tienen su origen en un alimento.
Podemos encontrar: azúcares, jugos y extractos de frutas de manzana e higo, regaliz, cacao, ron, menta, vainilla, extracto de café, valeriana, manzanilla, semilla de apio, limón, naranja, comino, hinojo, jengibre, extracto de mate y mandarina entre otros.
Si analizamos por qué encontramos este tipo de ingredientes en el tabaco encontraremos motivos de peso, veamos algunos de ellos.
Azúcar
Aquí tenía mucha razón nuestro lector: el principal aditivo de los cigarrillos es el azúcar, que representa entre el 3 y el 5% del cigarrillo y que tanto puede estar presente como azúcar blanco o moreno, pero también en forma de miel o sirope.
Conocemos los efectos negativos del azúcar cuando lo ingerimos, sin embargo, ¿cuál es su efecto en un cigarrillo?
El azúcar, junto con otros aditivos, se añade para hacer más agradable el sabor del cigarro al fumar, pero la razón de su adición va más allá: se ha demostrado que cuando el azúcar se quema produce una sustancia química (acetaldehído) que es volátil, incolora y con un olor ligeramente afrutado. Este compuesto penetra en los pulmones aumentando el efecto de la nicotina, actuando sobre el sistema nervioso central y reforzando la adicción al tabaco.
Por consiguiente, el único objetivo del azúcar no es hacer más agradable el sabor del cigarrillo, sino que también produce una reacción química sinérgica a la acción de la nicotina y de esta forma las tabacaleras tienen la casi completa seguridad de que tras fumarte un pitillo pronto cogerás otro.
Cacao y chocolate
Alrededor de un 1% del contenido del cigarrillo puede ser polvo de cacao, virutas de cacao e incluso extracto de cacao.
El chocolate al contener azúcares genera la misma reacción adictiva que he comentado anteriormente:
- Al quemarlo se produce el acetaldehído, haciendo más potente el efecto de la nicotina.
- El sabor del cigarrillo con este aditivo resulta más dulce y agradable.
A todo ello hay que sumar que el cacao contiene teobromina, un componente con efecto broncodilatador. Esto significa que dilata las vías respiratorias, aumenta la cantidad de aire aspirado en éstas haciendo que la inhalación de humo del tabaco sea más profunda e incrementa la entrada en sangre de los componentes tóxicos y adictivos.
Con este mismo objetivo se añade el extracto de café, ya que la conocida cafeína realiza el mismo efecto dilatador en los pulmones.
Mentol y regaliz
Además de mejorar el sabor del cigarro, enmascaran la sensación de irritación de la garganta que propicia el humo del cigarrillo, de forma que su aspiración resulta más suave, agradable y minimiza las toses. Estos efectos, mejoran la experiencia del fumador ya que reducen la percepción de agresividad del humo.
Por su parte, el mentol produce sensación de frescor, aminora la impresión de quemazón en las mucosas de la boca y la garganta y suaviza el paso del humo, de modo que los que se inician en este mal hábito lo toleran mejor y no les resulta tan desagradable su primera experiencia. Una buena estrategia de captar nuevos fumadores, ¿no te parece?
Por lo que se refiere al regaliz, contiene glicerina. No está demostrado, pero parece que ésta sustancia podría actuar como broncodilatadora, produciendo los mismos efectos que la teobromina del cacao o de la cafeína del extracto de café.
Frutas, canela y vaninilla
La principal función de estos tres ingredientes es endulzar cada calada, pero yendo un poco más lejos, se ha observado que la canela reduce la intensidad del olor desagradable y pegajoso característico del tabaco, de modo que parece resultar menos agresivo para el fumador y también para quienes le rodean.
Valeriana
El mismo objetivo por el cual podemos tomar una infusión o una cápsula de valeriana es el que maneja la industria tabacalera para añadir esta planta herbácea de más de un metro de altura a los cigarrillos: relajarnos. La valeriana produce una sensación sedante, de relajación y bienestar.
Vitaminas, aminóacidos y antioxidantes
Pueden parecer aditivos sanos porque forman parte de una alimentación saludable, sin embargo, su presencia en el tabaco no ha demostrado ningún beneficio. De hecho, en varias investigaciones se ha observado como el beta-caroteno (un pigmento antioxidante) añadido a un cigarro aumentaba el riesgo de padecer cáncer de pulmón en ratas.
Por lo demás, estas sustancias pueden generar la falsa sensación de compensar los efectos negativos del tabaco e incluso aportar beneficios y, como consecuencia, aumentar la confianza en el producto y de las personas que están más tiempo expuestas al tabaco.
Jengibre, hinojo, comino, citronella, apio y otros aditivos botánicos
Contienen eugenol, una sustancia con acción analgésica tanto a nivel local (actúa en la garganta reduciendo su sensibilidad al humo) como a nivel general en todo el organismo ya que produce algunos efectos como la vasodilatación en la circulación periférica y relajación muscular.
Algunas conclusiones
- Desconocemos la composición concreta de los cigarrillos que encontramos en el mercado y, por lo tanto, los efectos fisiológicos y patológicos exactos que podrían estar produciendo en la población fumadora.
- Algunos aditivos se hicieron públicos tras las declaraciones de ser “aromas” y “humectantes” entre otras características, pero parece que más bien se encargan de:
1) Potenciar el efecto de la nicotina, aumentando su entrada en sangre e incrementando su poder adictivo.
2) Enmascarar los síntomas y la percepción de los riesgos que conlleva fumar tabaco.
- Los aditivos y sus efectos producen que la primera experiencia de los jóvenes con el cigarrillo sea más suave, dulce, agradable y adictiva. Y no solo eso, a los ya fumadores con posibles intenciones de dejarlo, les oculta una serie de efectos potenciadores de la nicotina para asegurarse de que les resulte muy difícil abandonar el hábito de fumar.
- Un cigarrillo contiene compuestos de acción farmacológica: tiene una serie de componentes que actúan en el organismo, alterando nuestro sistema circulatorio, cardíaco, muscular y nervioso con la única finalidad de ser más adictivos.